martes, 2 de diciembre de 2008
Cuando te vas, solo quiero creer que volverás. Pienso en volver a tus brazos, solo pido un abrazo más. Un "Te quiero" sincero que salga de tus dulces labios. La esperanza existe sólo si no aceptas el adiós. Quiero creer en Dios, aunque sé que no existe. Me siento vacía, necesito dejar de estar triste por alguien que no merece tan siquiera una lágrima. Porque pasaste de ser toda mi vida a ser nada. Lágrimas en soledad, gritos en silencio. Risas para ocultar lo que de verdad llevas dentro. Te busco y no te encuentro, y ya me estoy cansando. Nadie me entiende, solo el papel que me está escuchando. Tengo miedo, lloro y tiemblo, apoyada sobre una almohada. Porque siento que el tiempo va más lento y se para. Nos separa, el uno del otro, noto que ya no podré querer con el corazón hasta juntar sus trozos. Lo peor es no querer abrir los ojos, de verdad, si no lo haces tú nadie podrá, observa la realidad. Todo está oscuro, la luz ya no está al final del túnel. Intento evadirme con rap cuando mi corazón huye. Sonrío, aunque mi corazón esté triste. Busco algo en algún lugar que ya ni siquiera existe. Y me siento atada, sin fuerzas para hacer nada. Me paro a pensar y a ver cómo el tiempo se me escapa. Mis ojos me delatan, aunque intento hacerme la fuerte. Estas lágrimas, solo una página mía las entiende. Como muchos me pregunto "¿Qué será lo que hice mal?" y cada día que pasa me va cubriendo más el mal. Perdonaría cualquier cosa, estoy segura. Pero olvidar un recuerdo muerto y roto es bastante duro. A veces, el sol se va para que cubran las nubes, vuelve la tristeza de la felicidad que no tuve.
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